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IX.- La crueldad universal
IX.- UNIVERSAL CRUELTY

Tenía Andrés un gran deseo de comentar filosóficamente las vidas de los vecinos de
la casa de Lulú. A sus amigos no le interesaban estos comentarios y filosofías, y decidió, una mañana de un día de fiesta, ir a ver a su tío Iturrioz.
Al principio de conocerle —Andrés no le trató a su tío hasta los catorce o quince
años— Iturrioz le pareció un hombre seco y egoísta, que lo tomaba todo con
indiferencia; luego, sin saber a punto fijo hasta dónde llegaba su egoísmo y su
sequedad, encontró que era una de las pocas personas con quien se podía conversar acerca de puntos trascendentales.

Iturrioz vivía en un quinto piso del barrio de Argüelles, en una casa con una hermosa azotea.
Le asistía un criado, antiguo soldado de la época en que Iturrioz fue médico militar.
Entre amo y criado habían arreglado la azotea, pintado las tejas con alquitrán, sin
duda para hacerlas impermeables y puesto unas graderías donde estaban escalonadas las cajas de madera y los cubos llenos de tierra donde tenían sus plantas.

ANDRES felt a great desire to comment philosophically
on the lives of these lodgers in Lulu's house;
hut his friends were not interested in these comments or
philosophies, and one morning, a holiday, he resolved to
pay a visit to his Uncle Iturrioz.
When he first knew him-he had not met him till he
was about fifteen-lturrioz seemed to him a dry and selfish
man who looked on everything with indifference;
later, without exactly knowing how far his dryness
and egoism went, he found he was one of the few
persons with whom one could discuss transcendental
subjects.
Iturrioz lived on the fifth floor of a house in the Arguelles
quarter, a house with a fine flat roof.
He was attended by a servant who had been a soldier
when Iturrioz was an army doctor.
Between them they had set the house-top in order,
painted the tiles with pitch to make them waterproof,
and set up steps for the wooden boxes and tubs full of
earth in which they kept their plants.

Aquella mañana en que se presentó Andrés en casa de Iturrioz, su tío se estaba
bañando y el criado le llevó a la azotea.
Se veía desde allí el Guadarrama entre dos casas altas; hacia el Oeste, el tejado del
cuartel de la Montaña ocultaba los cerros de la Casa de Campo, y a un lado del cuartel se destacaba la torre de Móstoles y la carretera de Extremadura, con unos molinos de viento en sus inmediaciones.

Más al Sur brillaban, al sol de una mañana de abril, las manchas verdes de los cementerios de San Isidro y San Justo, las dos torres de Getafe y la ermita del Cerrillo de los Ángeles.
Poco después salía Iturrioz a la azotea.

The morning on which Andres paid him a visit, Iturrioz was having his bath, and the servant took Andres up to the roof.
Between two tall houses one had a view of the
Guadarrama Mountains; to the west the roof of the
Montana barracks concealed the hills of the Casa del
Campo; and on one side of the barracks appeared the
Torre de M6stoles and the highroad to Extremadura with
some windmills near it. Further to the south shone in the
April sun the green patches of the cemeteries of San
Justo and San Isidro, the two towers of Getafe, and the
hermitage of the Cerrillo de los Angeles.
After a little Iturrioz came out onto the house-top.

—¿Qué, te pasa algo? —le dijo a su sobrino al verle.
—Nada; venía a charlar un rato con usted.
—Muy bien, siéntate; yo voy a regar mis tiestos.
Iturrioz abrió la fuente que tenía en un ángulo de la terraza, llenó de agua una cuba y comenzó con un cacharro a echar agua en las plantas.
Andrés habló de la gente de la vecindad de Lulú, de las escenas del hospital; como
casos extraños, dignos de un comentario; de Manolo el Chafandín, del tío Miserias, de don Cleto, de Doña Virginia...

—¿Qué consecuencia puede sacarse de todas estas vidas? —preguntó Andrés al
final.
—Para mí la consecuencia es fácil —contestó Iturrioz con el bote de agua en la
mano—. Que la vida es una lucha constante, una cacería cruel en que nos vamos devorando los unos a los otros.
Plantas, microbios, animales.
—Sí, yo también he pensado en eso —repuso Andrés—; pero voy abandonando la idea. Primeramente el concepto de la lucha por la vida llevada así a los animales, a las plantas y hasta los minerales, como se hace muchas veces, no es más que un concepto antropomórfico, después, ¿qué lucha por la vida es la de ese hombre don Cleto, que se abstiene de combatir, o la de ese hermano Juan, que da su dinero a los enfermos?

"Well, is anything the matter?" he asked, when he
saw his nephew.
"Nothing; I came to have a talk with you."
"Very good. Sit down; I am going to water my flowerpots."
Iturrioz opened a tap at a corner of the terrace and
filled a tub with water, and then with a piece of pot began
to throw water onto the plants.
Andres spoke of Lulu's neighbours and of the scenes
at the hospital as strange things requiring a commentary,
of Manolo the Buffoon, Old Skinflint, Don Cleto,
and Doiia Virginia.
"What inference can one draw from all these lives?"
he asked.
"For me the inference is easy," answered lturrioz,
waterpot in hand: that life is a constant struggle, a cruel
carnage in which we devour one another. Plants, microbes,
animals."
"Yes," answered Andres, "the same idea occurred to
me, hut I do not think it will hold water. In the first
place the conception of life as a struggle among animals,
plants, and even minerals is an anthropomorphic idea;
and then what kind of a struggle for life is that of Don
Cleto, who refuses to fight, or of Brother Juan, who gives
his money to the poor?"

—Te contestaré por partes —repuso Iturrioz dejando el bote para regar, porque
estas discusiones le apasionaban—. Tú me dices, este concepto de lucha es un concepto antropomórfico. Claro, llamamos a todos los conflictos lucha, porque es la idea humana que más se aproxima a esa relación que para nosotros produce un vencedor y un vencido.

Si no tuviéramos este concepto en el fondo, no hablaríamos de lucha. La hiena
que monda los huesos de un cadáver, la araña que sorbe una mosca, no hace más ni menos que el árbol bondadoso llevándose de la tierra el agua y las sales necesarias para su vida.

El espectador indiferente, como yo, ve a la hiena, a la araña y al árbol, y se los explica. El hombre justiciero le pega un tiro a la hiena, aplasta con la bota a la araña y se sienta a la sombra del árbol, y cree que hace bien.

"I will answer the two questions separately," said
lturrioz, setting down his watering-pot, for such questions
were his delight. "You say the idea of a struggle
is an anthropomorphic idea. Well, of course we g~ve
to all the various conflicts the name of a struggle because
it is the human idea best fitted to express the
relations which with us produce a victor and a vanquished.
If that were not, ess~ptially, what we meant we
would not speak of a struggle~ The hyena picking clean
the hones of a carcass, the spider sucking the life out of
a fly, is acting precisely in the same way as the kindly
tree which takes from the earth the moisture and salts
necessary to its life. An indifferent spectator like myself
watches the hyena, the spider, and the tree and understands
them; a man with a sense of justice shoots the
hyena, crushes the spider under his foot, and sits down
UNIVERSAL CRUELTY 123
under the shade of the tree, imagining that he has done
a good deed."

—Entonces ¿para usted no hay lucha, ni hay justicia?
—En un sentido absoluto, no; en un sentido relativo, sí. Todo lo que vive tiene un proceso para apoderarse primero del espacio, ocupar un lugar, luego para crecer y multiplicarse; este proceso de la energía de un vivo contra los obstáculos del medio, es lo que llamamos lucha. Respecto de la justicia, yo creo que lo justo en el fondo es lo que nos conviene. Supón en el ejemplo de antes que la hiena en vez de ser muerta por el hombre mata al hombre, que el árbol cae sobre él y le aplasta, que la araña le hace una picadura venenosa; pues nada de eso nos parece justo, porque no nos conviene.

A pesar de que en el fondo no haya más que esto, un interés utilitario ¿quién duda que la idea de justicia y de equidad es una tendencia que existe en nosotros? ¿Pero cómo la vamos a realizar?

"Then you consider there is no struggle and no justice?"
"In an absolute sense there is none; in a relative sense
there is. Every living thing has first to gain possession
of space, of a place to exist, and then of the means to
grow and multiply; this process carried on by the
energy of the living against the obstacles which surround
it is what we call a struggle. As to justice I think
that, essentially, it is what happens to suit us. Suppose,
for instance, that the hyena, instead of being killed, kills
the man, or that the tree falls upon him and kills him,
or that the spider gives him a poisonous bite; nothing
in all that seems to us just, because it does not suit us.
Yet, although essentially it is no more than a question
of utilitarian interest, who can doubt that the idea of
justice and equity is a tendency which exists in us?
But how are we to put it into practice?"

—Eso es lo que yo me pregunto ¿cómo realizarla?
—¿Hay que indignarse porque una araña mate a una mosca? —siguió diciendo
Iturrioz—. Bueno. Indignémonos. ¿Qué vamos a hacer? ¿Matarla? Matémosla. Eso no impedirá que sigan las arañas comiéndose a las moscas. ¿Vamos a quitarle al hombre esos instintos fieros que te repugnan? ¿Vamos a borrar esa tendencia del poeta latino:
“Homo, homini lupus”, el hombre es un lobo para el hombre? Está bien. En cuatro o cinco mil años lo podremos conseguir.

El hombre ha hecho de un carnívoro como el chacal un omnívoro como el perro; pero se necesitan muchos siglos para eso. No sé si habrás leído que Spallanzani había acostumbrado a una paloma a comer carne, y a un águila a comer y digerir el pan. Ahí tienes el caso de esos grandes apóstoles religiosos y laicos; son águilas que se alimentan de pan en vez de alimentarse de carnes palpitantes,
son lobos vegetarianos. Ahí tienes el caso del hermano Juan...

"That's what I ask myself, how put it into practice?" ,
"Are we to grow indignant because a spider kills a
fly" went on Iturrioz. "what are we to do- Kill the
spider? If we kill it, that will not prevent spiders from
devouring flies. Are we to cure mankind of these fe.
rocious instincts to which you object? Are we to erase
the Latin writer's verdict that man is a wolf to man:
homo homini lupus? Very well; in four or five thousand
years we shall be able to do so. Man has converted
a carnivorous animal like the jackal into an
omnivorous animal like the dog; hut it requires centuries
to effect this. You may have read that Spallanzini
taught a dove to eat meat, and an eagle to eat and digest
bread. That is the case of these great religious and lay
apostles: they are eagles eating bread instead of raw
meat; they are wolves turned vegetarians. Brother Juan
for instance."

—Ése no creo que sea un águila, ni un lobo.
—Será un mochuelo o una garduña; pero de instintos perturbados.
—Sí, es muy posible —repuso Andrés—; pero creo que nos hemos desviado de la
cuestión; no veo la consecuencia.

—La consecuencia, a la que yo iba era ésta, que ante la vida no hay más que dos
soluciones prácticas para el hombre sereno, o la abstención y la contemplación
indiferente de todo, o la acción limitándose a un círculo pequeño. Es decir, que se puede tener el quijotismo contra una anomalía; pero tenerlo contra una regla general, es absurdo.

—De manera que, según usted, el que quiere hacer algo tiene que restringir su
acción justiciera a un medio pequeño.

—Claro, a un medio pequeño; tú puedes abarcar en tu contemplación la casa, el
pueblo, el país, la sociedad, el mundo, todo lo vivo y todo lo muerto; pero si intentas realizar una acción, y una acción justiciera, tendrás que restringirte hasta el punto de que todo te vendrá ancho, quizá hasta la misma conciencia.

"I don't think he's an eagle, nor a wolf."
"He may he an owl or a martin, a perverted one."
"Possibly," answered Andres, "but I think we have
wandered from the point; I don't see what inference is
to be drawn."
"The inference that I wished to draw is this: that a
man of clear mind confronted with life has but two
practical courses open, either to abstain from action
and contemplate everything with indifference, or to limit
his action to a small area; in other words one may be
quixotic in an anomalous case but to be so as a general
rule is absurd."
"Then you think that a man of action must limit his
love of justice within narrow bounds?"
"Of course he must; you may include in your view
your house, your town, your region, society, the world,
every dead and living thing; but if you attempt to act,
and to act in a spirit of justice, you must restrict yourself
more and more, even perhaps within your own
conscience."

—Es lo que tiene de bueno la filosofía —dijo Andrés con amargura—; le convence
a uno de que lo mejor es no hacer nada.
Iturrioz dio unas cuantas vueltas por la azotea y luego dijo:
—Es la única objeción que me puedes hacer; pero no es mía la culpa.
—Ya lo sé.
—Ir a un sentido de justicia universal —prosiguió Iturrioz— es perderse; adaptando el principio de Fritz Müller de que la embriología de un animal reproduce su genealogía, o como dice Haeckel, que la ontogenia es una recapitulación de la filogenia, se puede decir que la psicología humana no es más que una síntesis de la psicología
animal. Así se encuentran en el hombre todas las formas de la explotación y de la lucha: la del microbio, la del insecto, la de la fiera... ¡Ese usurero que tú me has descrito, el tío Miserias!, ¡qué de avatares no tiene en la zoología! Ahí están los acinétidos chupadores que absorben la substancia protoplasmática de otros infusorios; ahí están todas las especies de aspergilos que viven sobre las substancias en descomposición. Estas antipatías de gente maleante, ¿no están admirablemente representadas en ese antagonismo irreductible del bacilo del pus azul con la bacteridia carbuncosa?
"That is the beauty of philosophy," said Andres bitterly.
"It convinces one that it is best to do nothing."
Iturrioz walked up and down the house-top and then
said:
"That is the only objection you can bring against
me, and it's not my fault."
"I know it."
"To entertain an idea of universal justice is fatal,"
continued Iturrioz. "Adapting Fritz Miiller's principle
that the embryology of an animal reproduces its
genealogy, or, as Haeckel says, that ontogenesis is but
a recapitulation of phylogenesis, one may say that human
psychology is but a synthesis of animal psychology.
Thus we find in man all the forms of struggle and development:
that of the microbe, the insect, the wild
beast. How many incarnations cannot zoology show of
that usurer you have described to me, Old Skinflint! We
see the acinetids sucking the protoplasm from other infusoria;
and the various animals that fatten on decaying
matter. And the mutual antipathy of those people:
is it not seen perfectly in the obstinate antagonism of a
certain bacillus for certain bacteria?"

—Sí, es posible —murmuró Andrés.
—Y entre los insectos, ¡qué de tíos Miserias!, ¡qué de Victorios!, ¡qué de Manolos los Chafandines, no hay! Ahí tienes el “ichneumon”, que mete sus huevos en una lombriz y la inyecta una substancia que obra como el cloroformo; el “sphex”, que coge las arañas pequeñas, las agarrota, las sujeta y envuelve en la tela y las echa vivas en las celdas de sus larvas para que las vayan devorando; ahí están las avispas, que hacen lo mismo arrojando al “spoliarium” que sirve de despensa para sus crías, los pequeños
insectos paralizados por un lancetazo que les dan con el aguijón en los ganglios
motores; ahí está el “estafilino” que se lanza a traición sobre otro individuo de su
especie, le sujeta, le hiere y le absorbe los jugos; ahí está el “meloe”, que penetra
subrepticiamente en los panales de las abejas, se introduce en el alvéolo en donde la reina pone su larva, se atraca de miel y luego se come a la larva; ahí está...

"Possibly," murmured Andres.
"And among the insects how many Old Skinflints and
Victorios ! How many Manolos ! There is the ichneumon
which lays its eggs in a worm and gives it an injection
of a substance which acts like chloroform; there
is the sphex which takes small spiders, holds them down,
winds thread round them and places them alive in the
cells of its larvre for their food; there are the wasps
which do the same thing with other insects which they
paralyse with their sting; there is the estafilino which
treacherously hurls itself upon another individual of its
own species, holds it down, wounds it and sucks out its
life; there is the insect which penetrates surreptitiously
into the honeycomb of the bees, enters the queen's cell,
eats its fill of honey, and then devours the queen's larva;
there is--"

—Sí, sí, no siga usted más; la vida es una cacería horrible.
—La naturaleza es lo que tiene; cuando trata de reventar a uno, lo revienta a conciencia. La justicia es una ilusión humana; en el fondo todo es destruir, todo es crear. Cazar, guerrear, digerir, respirar, son formas de creación y de destrucción al mismo tiempo.

—Y entonces, ¿qué hacer? —murmuró Andrés—. ¿Ir a la inconsciencia? ¿Digerir, guerrear, cazar, con la serenidad de un salvaje?
—¿Crees tú en la serenidad del salvaje? —preguntó Iturrioz—. ¡Qué ilusión! Eso
también es una invención nuestra. El salvaje nunca ha ido sereno.
—¿Es que no habrá plan ninguno para vivir con cierto decoro? —preguntó Andrés.
—El que lo tiene es porque ha inventado uno para su uso. Yo hoy creo que todo lo
natural, que todo lo espontáneo es malo; que sólo lo artificial, lo creado por el hombre, es bueno. Si pudiera viviría en un club de Londres, no iría nunca al campo sino a un parque, bebería agua filtrada y respiraría aire esterilizado...

"Yes, yes, you need say no more: life is a horrible
carnage."
"It is characteristic of Nature that when it intends
to ruin you, it does so thoroughly. Justice is a human
illusion; essentially everything is destruction and creation.
Hunting, war, digestion, breathing are instances of
simultaneous creation and destruction."
"But what must one do?" murmured Andres. "Become
indifferent? Digest, fight, and hunt with the
serenity of a savage?"
"You believe in the serenity of the savage? What an
illusion! That is another of our inventions. The savage
has never been serene."
"Is there no possible plan to live with a certain decency?"
asked Andres.
"Only if one invents one for one's own use. And,
today, I believe that whatever is spontaneous and natural
is bad, that only the artificial, man's creation, is good. If
I could I would live in a London club; I would never
go into the country except to a park; the water I drank
would be filtered, the air sterilized--"

Andrés ya no quiso atender a Iturrioz, que comenzaba a fantasear por entretenimiento. Se levantó y se apoyó en el barandado de la azotea. Sobre los tejados de la vecindad revoloteaban unas palomas; en un canalón grande corrían y jugueteaban unos gatos.
Separados por una tapia alta había enfrente dos jardines; uno era de un colegio de niñas, el otro de un convento de frailes. El jardín del convento se hallaba rodeado por árboles frondosos; el del colegio no tenía más que algunos macizos con hierbas y flores, y era una cosa extraña que daba cierta impresión de algo alegórico, ver al mismo tiempo jugar a las niñas corriendo y gritando, y a los frailes que pasaban silenciosos en filas de cinco o seis dando la vuelta al patio.

—Vida es lo uno y vida es lo otro —dijo Iturrioz filosóficamente comenzando a regar sus plantas.
Andrés se fue a la calle.
¿Qué hacer? ¿Qué dirección dar a la vida? —se preguntaba con angustia. Y la
gente, las cosas, el sol, le parecían sin realidad ante el problema planteado en su cerebro.


But Andres was no longer listening to Iturrioz, who
had begun to follow the bent of his fancy. He got up
and leant upon the balustrade running around the
roof.
Some doves were flying above the neighbouring roofs;
on a large gutter cats were running and playing.
In front, separated by a high wall, were two gardens;
one belonged to a girls' college, the other to a monastery.
The convent garden was surrounded by shady trees;
that of the college had nothing but plots of grass and
flowers; and it was a strange thing, not without a certain
impression of allegory, to see at one and the same
time the girls running and shouting and the friars
walking silently round their court, in rows of five or
SIX.
"Both the one and the other are life," said lturrioz
philosophically, and began to water his plants.
Andres went out into the street.
What should he do? How order his life? he asked
himself searchingly. And with this problem in his mind
the people he met, the things he saw, the sun itself seemed
to lack reality






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